Mi nombre es Ana Martínez, mi primera experiencia con el piercing fue a los 8 años ya que no me perforaron los lóbulos al nacer, fue una experiencia horrible, me perforaron con pistola, la pistola falló y fue muy desagradable y doloroso, aún así yo quería seguir adornando mis orejas así que con 10 años comencé a perforarme yo en casa, también perforé a mis amigas y familiares durante la adolescencia pero todo quedó en eso.


A los 19 años hablé con un perforador de mi ciudad para ser su aprendiz, pero en ese momento yo ya me había independizado y me resultaba imposible compaginarlo con el trabajo que me permitía pagar el alquiler.


En 2015 ocurrió algo que me hizo replantearme mi vida entera, cambié muchas cosas que pensaba que no me hacían bien como alimentación y hábitos, esto me llevó también a dejar mi trabajo fijo y “seguro” para dedicarme a lo que realmente creía que me haría feliz. Comencé a investigar sobre body piercing, descubrí el blog de Banana, y comencé a seguir a perforadores que me pareció que marcaban una diferencia con todo lo que había visto hasta el momento, hablé con Mariona Huertas para formarme con ella pero me resultó imposible en ese momento, así que decidí hacer el higiénico sanitario y esperar para ahorrar y poder ir a Bilbao con ella, para mi sorpresa el que yo consideraba el mejor perforador de mi ciudad, Parse, fue la persona que nos mostró en el curso de higiénico sanitario cómo montar la mesa de trabajo, así que al final de la clase le pedí que me formara y accedió.


Comencé a trabajar enseguida gracias a que Javi Volumen, el tatuador más veterano de mi ciudad confió en mí y me dio la oportunidad de hacerlo en su estudio y fue cuando realmente me enamoré del body piercing.


Al principio tenía otro trabajo también y esto me permitió ahorrar y poder ir a Bilbao con Mariona el siguiente año. Desde entonces no he dejado de formarme y compartir con otros perforadores asistiendo a seminarios organizados por APPE, BMXNet, Pulga BodyArt Workshop, CIPP, tutorías con Segi y SBPC, en ocasiones como voluntaria y ponente.


En 2022 junto con otros perforadores de mi país fundamos la comunidad española de perforadores,CEP, donde soy vocal de membresía.


El body piercing me cambió la vida, me hizo sentir que había un lugar en al mundo para mí, me hizo sentirme parte de algo y me llevó a conocer a personas increíbles que a día de hoy son muy importantes en mi vida.


Por todo esto me siento en deuda con él y agradezco cada día poder vivir de algo que me hace tan feliz.